En casa crece la desconfianza contra Cetinka y su novio. Además, el amor platónico de María se hace más fuerte con el paso de los días.

En este capítulo descubriremos toda la verdad acerca de la misteriosa empleada doméstica polaca y de su novio romano.

Cettina y Giacinto pronto decubrirán uno de los misterios que ha estado dando vueltas por la casa. Mientras tanto Maria no deja de sorprender a su amiga.

Lele tiene una conversación seria con Ciccio. Además, la familia organiza una barbacoa donde no se deja de hablar de Cettina.

Además de ser un momento agradable para celebrar, la barbacoa se convierte en una ocasión ideal para enseñarle a los chicos el valor de la honestidad.

Mientras que María sigue usando artimañas para obtener la atención de su profesor, Cettina no deja de poner a prueba la honestidad de su novio.

Alberto tiene una tienda de vino en el Lido de Venecia y nos habla de su actividad conocida en todo el mundo por el buen vino exclusivamente local e italiano.

Comienza nuestro viaje por Villa Medici con algunas sugerentes imágenes y una explicación histórica sobre el origen de este arca de la belleza.

Descubramos la forma en la que fue concebida la Academia de Francia y exploremos una de las habitaciones del propietario original de la villa.

Seguimos explorando las habitaciones de la villa y descubriendo los secretos que marcaron la vida de Fernando de Medici y de las personas que pasaron por este lugar.

Las esculturas clásicas que se encuentran en uno de sus depósitos nos sirven como preámbulo para conocer uno de los eventos más importantes de la Academia.

Descubramos algunas de las historias y mitos que han marcado esta zona y adentrémonos en los misteriosos ambientes subterráneos de Villa Medici.

Descubramos la sugerente galería de los moldes de yeso y el jardín donde el cardenal practicaba uno de sus pasatiempos preferidos.

Después de explorar dos sugerentes salas, nuestra visita se mueve hacia la impresionante torre septentrional de la villa.

Nos despedimos de Villa Medici con una última reflexión y las palabras del director de la Academia de Francia en Roma.