Mientras que Ginevra está con el Comisario en su oficina, Lara hace una observación que será crucial para identificar al presunto asesino del joven y amado músico del pueblo.

A este punto el asesino ha sido identificado y no queda otra cosa que descubrir toda la verdad acerca del modo en que fue asesinado Lorenzo Poggiali.

A pesar de que el Comisario Manara haya resuelto el caso, el jefe de policía siempre tiene algo que decir sobre su actuación amenazándolo, inclusive, con un traslado no muy grato.

Después de que el caso se ha cerrado, Lara hace algunas reflexiones sobre el modo en que Luca manejó todas las situaciones y decide ir a buscarlo para decirle lo que piensa.

El Comisario Manara recibe un suculento regalo de su madre que crea mucha curiosidad entre sus colegas. Sin embargo, este momento de tranquilidad es interrumpido por una mala noticia que llega de la biblioteca del pueblo.

Manara y su equipo llegan a la escena del delito y comienzan la investigación con la opinión de la forense y algunas preguntas que le hacen a la secretaria de la biblioteca.

Manara le hace algunas preguntas a la madre de Marcuccio justo antes de ser convocado por el jefe de policía quien tiene sus propios planes con respecto a la investigación del caso.

De vuelta a la comisaría, Manara y su equipo continúan con la investigación mientras que Toscani no se resiste a coquetear con Giulia.

Lara y Giulia recuerdan los viejos tiempos en los que estudiaban con Manara. Mientras tanto el Comisario interroga a Romei y a su esposa.

Marcuccio finalmente da señales de vida pero su paradero sigue siendo un misterio. Mientras tanto Lara le revela a Manara más descubrimientos sobre las circunstancias que rodean el caso.

Mientras Ginevra comparte con Manara el diagnóstico de la autopsia, la experta no deja de sugerirle al comisario que le puede ayudar con su insomnio.

Después de acompañar al comisario durante la interrogación del anticuario del pueblo, Lara y Giulia intentan descifrar algunas conversaciones extrañas.

La tía de Lara es sorprendida por un inesperado visitante. Sin embargo, su estancia será breve y termina cuando Lara y Giulia llegan a su casa.

Con la ayuda de Brigadiere, Manara encuentra a Marcuccio. Sin embargo, los investigadores están convencidos de que Marcuccio no es el verdadero culpable y tratan de persuadir al jefe de policía para que les permita seguir la investigación.

Manara y Giulia siguen a Santarelli logrando recuperar las cartas. Sin embargo, no logran atrapar a quien las tenía en su poder.