La abuela de Valentina se da cuenta de que Valentina está triste y comprende de inmediato que su nieta echa de menos a su amiga, Penelope. Imma descubre que Pietro juega al fútbol sala con el prefecto.

Diana ha hecho un excelente trabajo y ha descubierto que Santino Bruno aún está en Italia. Imma logra interrogarlo.

Lojacono va a hablar con los señores Scognamiglio, la familia para la cual Teresa trabajaba como camarera desde hacía seis años.

Durante la cena en casa del prefecto se citan algunos proverbios latinos. Imma podría haber tenido una intuición sobre el caso del arquitecto Bruno.

Al final de la noche, Imma intenta pedirle a María que acelere el traslado del marido de Diana, pero descubre que ella ya estaba al tanto.

La intuición de Imma conduce a un giro sorprendente en el caso del asesinato de Domenico Bruno.

Domenico Bruno relata la dinámica y el motivo del asesinato de su hermano Santino.

Imma regresa a casa y encuentra a Valentina y Pietro en la cocina, ocupados preparando una receta de la abuela Tataranni. Mientras está sentada en el sofá, ve una foto suya de cuando era niña. En el reverso está el nombre de un hombre...

Las celebraciones del cumpleaños de Mariolina están en marcha, pero el pastel que Angela debe traer parece estar retrasado, así que va a ver qué sucede.